Es una de las preguntas que nos hicimos en el I Curso de formación
de profesionales de la Asociación Navarra de Autismo – ANA. ¿Cómo plasmar lo
que sienten nuestros hijos? ¿Cómo expresar lo que viven en su mente
“desordenada”? Así que decidimos contestar a la pregunta cada uno por nuestra
cuenta y después exponerlas en común. Estos son los resultados.

Un barco que navega solo contra el oleaje. Estoy solo, pero sé que
más allá hay alguien que me espera. ¿Quién me ayudará a remar? ¿Quién me hará
de faro para que pueda llegar a la costa?

Estoy solo en un aeropuerto. ¿Dónde está la puerta de mi vuelo?
¿Cual es mi terminal? ¿Por qué todo el mundo va de un lado a otro y  yo soy el único que no parece encontrar su
vuelo? Necesito mi billete, mi pasaporte, mis horarios. Por favor, ¡no me
cambies de puerta en el último momento!

¡Menos mal que hay alguien que me apoya y me protege! ¿Qué haría
yo en medio de esta inmensidad de hielo solo? Yo también te daré mi apoyo y
juntos seremos felices.

Creo que estoy mal programado. Intento escuchar, pero no oigo. Mi
cabeza está llena de palabras y pensamientos hermosos, pero no me sirven para
decir lo que quiero. Quiero escuchar, pero alguien me tiene que traducir.
Quiero decir cosas, pero alguien las tiene que leer.