CUENTO

Joel era un niño muy esperado. Era muy tranquilo y bueno, pero sus papás no entendían por qué no quería estar en brazos. Cuando cumplió los nueve meses, empezó a ir a la escuela infantil y los papás de Joel creían que todo iba bien.

Un día empezaron las preguntas de sus educadoras: ¿Podría Joel tener algún problema de audición? Los papás de Joel sabían que oía bien, porque cuando oía música y sonidos, que le encantaba, volvía la cabeza rápidamente. Más adelante las educadoras les preguntaron: ¿No responde a su nombre? Los papás de Joel les dijeron que se podían pegar una hora llamándolo que él ni siquiera se giraba, pero pensaron que era porque era un niño muy independiente. En su fuero interno, se hacían preguntas, pero en el fondo Joel solo era un bebé y cada niño va a su ritmo.

Cuando Joel cumplió un año y medio, algo que le comentó una educadora dejó intranquilos a los papás de Joel. Casi como si fuera un interrogatorio le dijeron: ¿Pero es que mi hijo tiene algún problema? ¿Le veis algún tipo de retraso? Al final, los papás de Joel consiguieron sonsacarle y la educadora les dijo: “Tengo mucho cariño a Joel, pero aunque no debería adelantarme, pienso que más que un retraso podría ser algo referente al autismo”. Los padres de Joel se informaron y buscaron ayuda: ¿Que tenemos que hacer?

Desde entonces, los papás de Joel emprendieron un camino que a veces se hacía largo, pero encontraron muchos ángeles de la guarda:

  • El primero: El ángel Andrea, que les puso en el punto de partida.
  • El segundo: El ángel Patricia, que ayudó a Joel a dar un pasito más cada día.
  • El tercero: El ángel Carmen, que ayudó a los papás en el día a día con Joel.

Los papás de Joel todavía no saben que tiene, pues todavía no tienen un diagnóstico claro. Pero lo que sí tienen claro, es que todos esos ángeles, junto con ellos, han hecho que Joel, hoy en día, sea un niño más comunicativo y más cariñoso. Siguen en este camino, pero ahora son muchos los papás que les acompañan.

LA VIDA SE ABRE CAMINO.

Yolanda Álvarez García.